por Melissa Cardonne

Kinesióloga

 

 

 

 

Según la medicina oriental, las disfunciones de órganos y vísceras son producto de alteraciones en el flujo energético, en donde el flujo no sigue un ciclo o curso específico y comienzan a presentarse alteraciones musculo esqueléticas, donde las más comunes se presentan en espalda.

A través de la conexión del sistema nervioso simpático y parasimpático entre las vísceras y la médula espinal, se generan alteraciones en los músculos que controlan la correcta posición de las vértebras.

Una de las principales disfunciones que generan alteraciones lumbares son las ginecológicas, tales como dismenorrea, dolor en la menstruación, endometriosis, útero en retroversión, entre otras. Debido a esto se puede producir: bloqueo a nivel de L5, lumbalgia derecha, sacroileitis, trocanteritis, síndrome piramidal, dolor en el bajo vientre, hernia discal L5-S1, entre otras siendo como premisa principal el dolor lumbar.

La más común de las causas que genera dolor lumbar es el bloquea de la quinta vértebra lumbar, esto genera pinzamiento del nervio ciático provocando un desbalance muscular y una posterior trocanteritis derecha o un síndrome piramidal derecho. Ahora bien si esta condición se mantiene en el tiempo pueden aparecer hernias discales.

Ahora bien, como hemos comentado anteriormente, toda alteración física se relaciona con emociones específicas, tales como falta de autoestima, desesperanza, miedo y estrés las cuales generan disfunciones a nivel de vejiga y riñón y estos a su vez afectan el útero.

Entonces para intervenir correctamente y de forma integral estas alteraciones músculo esqueléticas, se deben considerar aspectos físicos y también emocionales que influyen en el cuadro de dolor lumbar.

Un estrategia útil para intervenir el dolor lumbar de forma holística es el yogaterapia, disciplina que nos brinda distintas posturas para flexibilizar la musculatura de la columna y aumentar la movilidad de la zona lumbar.

A continuación plantearemos distintas posturas que ayudan a  disminuir la tensión en la zona lumbar:

  1. Bidalansa o Postura del Gato:

 

Debes posicionarte en cuatro apoyos y desde ahí inhalar mirando al frente y sacando la cola en la postura de la vaca para luego exhalar llevando la mirada al ombligo y llevando la cola hacia adentro.

Recuerda que debes respirar consciente y lentamente durante el ejercicio, intentado que cada respiración sea un movimiento. Puedes repetir hasta 10 veces para luego descansar en Balasana (postura del niño).

 

 

 

                           

 

 

            2.Adho Mukha Svanasana: Postura del Perro cara hacia abajo

 

Desde Balasana (postura de descanso anterior) extiende los brazos hacia anterior para luego enganchar los dedos de los pies y elevar la cola estirando las rodillas. Una vez en la postura mantén una respiración suave y consciente intentado enfatizar en cada exhalación en llevar el pecho hacia las piernas elevando aún más la cola hacia el cielo, junto con esto dale peso a los talones hacia el suelo. Puedes mantenerte aquí de 5 a 10 ciclos respiratorios.

 

 

 

                                            3.Ardha Matsyendrasana: Media torsión sentado

 

Desde posición sentado flectar una rodilla para luego enganchar el brazo contrario por fuera y con el brazo ipsilateral posicionarlo por posterior en copa. Desde aquí tomar aire y con la exhalación girar el tronco. Mantener aquí durante 5 ciclos respiratorios para luego volver lentamente la cabeza y el tronco. Luego realizar el mismo ejercicio hacia el otro lado.

Esta postura ayuda no solo a flexibilizar la columna y reducir las molestias generadas por la ciática o piramidal; sino que también estimulan el sistema digestivo comprimiendo los órganos abdominales.

 

 

 

                   4.Pavanamuktasana: Postura de liberación del viento

 

Desde posición acostada, lleva las rodillas al pecho abrazándolas con tus manos para luego mecerte suavemente hacia los lados. Desde aquí toma aire profundo y al exhalar intenta llevar las rodillas aún más cerca del pecho. Mantente en esta postura por al menos 5 ciclos respiratorios para luego soltar suavemente las piernas y descansar en Savasana o Postura del cadáver.

 

 

                     

 

 

 

Ahora bien, considerando que estas alteraciones físicas se relacionan con emociones específicas también se puede realizar un tipo de respiración yóguica que estimula el sistema parasimpático generando calma y disminuyendo el estrés. Esta es la respiración lunar, en la cual se debe respirar sólo por fosa nasal izquierda, favoreciendo el lado lunar de nuestro cuerpo, el lado femenino.

La puedes realizar posicionándote en postura fácil para luego tapar con tu dedo pulgar derecho la fosa nasal derecha y respirar solo por la izquierda, manteniendo la boca y los ojos cerrados intentado centrar toda tu atención en la respiración.

 

 

 

 

Sat Nam!