por Paulina Perez Bazán

YogaTerapeuta

 

 

 

El diafragma es un músculo circular abovedado que se encuentra dividiendo la cavidad torácica de la abdominal, permitiendo que se realice el intercambio gaseoso y permitiendo movilidad a las vísceras. Su inervación corre a cargo del nervio frénico, que se origina en la zona cervical.

Las funciones del diafragma son variadas, entre ellas podemos encontrar:

  • Respiración: al inspirar el diafragma baja ayudando a aumentar todos los diámetros de la caja torácica.
  • Función digestiva: En su movimiento de émbolo arriba y abajo, presiona las vísceras abdominales de forma rítmica y suave favoreciendo los movimientos peristálticos y el funcionamiento digestivo en general.
  • Función circulatoria: A partir del movimiento descrito anteriormente, favorece el vaciado de sangre del hígado y otras vísceras abdominales.
  • Función postural: tiene incidencia en la correcta posición de las vértebras lumbares, como también de cuan erguido se encuentra nuestro tronco.

Cabe mencionar que el diafragma es un músculo sumamente emocional, al contener la emoción, se modifica la respiración lo que conlleva a que este músculo se tense y se vuelva más estático.

Es por todo lo antes mencionado, que un mal funcionamiento del diafragma nos puede gatillar en problemas como mala digestión, dolor de espalda, ansiedad, problemas circulatorios y problemas posturales, entre otros.

La práctica de yoga, en todas sus dimensiones, nos ayudan a trabajar y soltar el diafragma, ya que a partir de la ejecución de ásanas, pranayamas y meditación trabajamos el músculo en todas sus dimensiones.

Pranayamas o ejercicios respiratorios recomendados:

Kapalabhati o respiración de fuego: sentarse en una posición cómoda, de preferencia en la postura del loto, toma unas respiraciones profundas. Asegúrate de que el diafragma se esté moviendo correctamente. Durante la inhalación, el diafragma desciende y el abdomen es empujado hacia fuera. Durante la exhalación el diafragma empuja los pulmones hacia arriba y el abdomen hacia la columna. Este constante movimiento ascendente y descendente del diafragma hace que el aire entre y salga. En este ejercicio la atención se concentra en la exhalación y no en la inhalación.

La contracción repentina de los músculos abdominales hace subir el diafragma y al mismo tiempo el aire es forzado a salir de los pulmones. El abdomen efectúa un movimiento de retroceso hacia adentro. Tan pronto como el aire es exhalado, relaja los músculos abdominales lo cual permite que el diafragma baje. A medida que el diafragma desciende, automáticamente entra otro volumen de aire. En este ejercicio la inhalación es pasiva y la exhalación es activa.

Esta técnica no es recomendada en personas con hipertensión, mujeres embarazadas, personas con hernias umbilicales o mujeres en su período menstrual.

 

Respiración completa o respiración yóguica: Sentado en una postura cómoda, poner una mano sobre el vientre y la otra en el pecho. Inhalar profundamente por nariz, sintiendo como el abdomen se distiende y empuja nuestra mano, luego se expanden costillas para finalmente sentir la presión en la mano que se encuentra en el pecho. Al exhalar el movimiento es contrario, siendo el área abdominal lo último en contraerse.

 

También es recomendada la recitación de mantras como el mantra om, ya que el canto nos ayuda a controlar la mente y a eliminar tensiones.