Osteopatía para niños y adolescentes: momentos “Llave” de la vida
Por Océane Bousquières Collao
Osteópata DO
Entre 2 y 6 años y entre 6 y 13 años, el niño pasa por momentos importante en su desarrollo como ser humano: aprendizaje del idioma, entrar al colegio, practicar algún deporte, cambios físicos y después hormonales con la pubertad…
La osteopatía permite atravesar estas etapas importante detectando y corrigiendo los potenciales desequilibrios que aparecen.
Hay que recordar que las técnicas de correcciones usadas están adaptadas a la edad y a la morfología de cada niño o adolescente y permiten mejorar los trastornos posturales y vertebrales. La colaboración con otros profesionales de la salud también esta necesaria para un cuidado global.
El crecimiento de los niños puede estar retrasado o modificado por culpa de algún traumatismo antiguo o de alguna compensación postural. Estos problemas se demuestran por dificultades en sentarse, andar en 4 patas, en caminar o en correr.
Los trastornos de la estática del niño como escoliosis, lordosis o cifosis están en general el signo de una mala adaptación del cuerpo a disfunciones antiguas y no tratadas.
Cuando aparecen se recomienda ir a ver a un osteópata para disminuir y detener el desarrollo de estas patologías, que podrán volverse en algo agobiante para un adulto.
CONTROL Y PREVENCION
Al crecer, un niño adquiere reflejos posturales destinados a asegurar su equilibrio y la coordinación de sus movimientos. Pero bloqueos se pueden manifestar en su desarrollo o después de algunos incidentes.
Por eso es importante un control regular:
- al momento de volver a clase
- antes de empezar algún deporte
- para favorecer un desarrollo armonioso y prevenir posibles desequilibrios
ACOMPAÑAMIENTO
La intervención del osteópata permite reducir y hasta evitar restricciones.
Ejemplos de acompañamiento en osteopatía del niño o del adolescente:
- Espalda:
Los dolores de espalda están frecuentes en periodo de crecimiento (mala postura, mochila pesada…) y deben ser cuidadas.
- Ortodoncia:
La succión regular del pulgar o del chupete puede causar una mala oclusión dental y hasta una deformación del paladar. El osteópata puede reequilibrarlo si esta detectado temprano.
La colocación de frenillos podría producir restricciones que se repercutan sobre los huesos del cráneo y con posibles efectos secundarios: tensiones vertebrales importantes, cefaleas hasta migrañas y también problemas posturales.
- Patologías ORL (sinusitis, rinofaringitis, otitis…):
El osteópata no trabaja sobre la infección pero libera las zonas que están en limitación. En el caso de la sinusitis, el osteópata va favorecer un mejor flujo en la cavidad nasal y así una buena ventilación.
- Falta de atención, trastornos del comportamiento y del sueño:
El osteópata puede ayudarse con técnicas craneales apropiadas para llevar un niño a la calma, fijar su atención y permitirle de encontrar nuevamente un sueño normal.
El osteópata puede ayudar también un adolescente que sufre de estrés intenso, de cansancio crónico, de trastornos del sueño y también dificultad de concentración.
- Otros tipos de consulta:
Otitis a repetición, rinitis, bronquitis, asma y otros trastornos respiratorias que pueden ser controlados con osteopatía, todavía en colaboración con el pediatra del niño.
Fuente: osteomag.fr, ISO Lyon