Yoga

La práctica del Yoga a simple vista es una disciplina física, ya que desde el cuerpo abordamos a cada persona, pero en lo profundo se trata del conocimiento y control de la mente. En este mundo tan acelerado e incierto sabemos que la mayoría de los humanos padecen síndromes de ansiedad y estrés crónico, que dan lugar a miles de patologías fisicas. Éstas prácticas milenarias pretenden ir hasta esos espacios, al parecer ocultos e invisibles, para poder tener una mejor calidad de vida y una mejor relación con nosotros mismos y con el entorno. La práctica del Yoga ayudará a mantener la salud y también a recuperarla, junto con la vitalidad y ánimo. El cuerpo de a poco y con constancia irá cambiando, flexibilizándose a la vez que fortaleciéndose y esto empoderará al practicante, haciéndole sentir más optimista, más vital y tranquilo. Hay que probarlo en carne propia para sentir los maravillosos efectos que obtenemos gracias al Yoga.

En Osteosalud podremos encontrar distintos tipos de prácticas yóguicas para distintos tipos de personas. Por un lado tenemos el Ashtanga Vinyasa Yoga, un yoga dinámico, guiado por la respiración, una secuencia a repetir en el tiempo para ir profundizando, cada quién a su ritmo, en su práctica. Esta forma de movernos con la respiración dará lugar a una práctica de meditación en movimiento; calmando la mente y silenciándola por la hora u hora y media que dure su práctica.

Cuando el practicante tiene movilidad reducida, vamos a abordarlo desde el Yoga Terapéutico (Iyengar), utilizando implementos (bloques, sillas, cojines, cinturones) para ayudar al cuerpo a ir hacia donde enfocamos la práctica. Estos implementos proveerán de una nueva inteligencia al practicante, que podrá entender y comprehender mejor su corporalidad.