Por OCÉANE BOUSQUIÈRES C.

Osteópata

¿Qué es una adherencia? ¿Cómo se produce?

La cirugía es la primera causa del desarrollo de las adherencias. Después de cualquier operación donde hay que “abrir” el cuerpo, se pueden encontrar adherencias a nivel de la cicatriz. Una investigación en cirugía digestiva demostró que más de 90% de los pacientes desarrollan adherencias después de una cirugía abdominal abierta y 55% hasta 100 % de las mujeres desarrollan adherencias después de una cirugía pélvicas. (Liakakos et al., 2001)

Algunos ejemplos de operaciones que pueden causar adherencias:

–         Apendicetomía

–         Episiotomía y cesaría

–         Laparoscopía

–         Histerectomía

–         Operación de espalda o cadera

–         Cirugía estética

–         Intervenciones después de oclusión intestinal

–         …

La cicatriz es la reparación de los tejidos dañados por un tejido fibroso mucho menos elástico que el antiguo.

Cuando el cirujano abre la piel durante una operación, varios niveles de tejidos se encuentren cortados en una vez. El proceso de cicatrización se hace en estos distintos niveles, pero eso aumenta las posibilidades de formar lo que se llama adherencias.

Al principio, las adherencias, que se podrían comparar a hilos de nylon, permiten ayudar a la cicatrización. Durante el proceso de cicatrización, se forma una conexión entre dos partes de órgano que estaban separadas y móviles antes. El problema reside en la conservación en el organismo de estas adherencias, lo que provoca una tensión en el sistema interno que predispone a tener a largo plazo molestias y dolores alrededor de la zona cicatrizada y eso por falta de movilidad.

Por ejemplo, molestias digestivas, dolores dorsales o lumbares, ciatalgias (nervio ciático), gonalgias (dolores en las rodillas), dolores menstruales, dolores en el pecho, problemas de postura, …

¡Una cicatriz tiene mucha influencia en los dolores crónicos!

 

Ejemplo de la cesaría:

Una de las operaciones más comunes de nuestra época y que provoca adherencias, es la cesaría. Esta intervención es invasiva y necesita un tiempo de recuperación para la nueva mama. Por varias mujeres, después de la cicatrización inicial, un dolor persiste. Este dolor puede parecer inexplicado y sobre todo no tratado. El origen del dolor se encuentra en las adherencias.

¿Cuáles son los síntomas de las adherencias?

Dolor en la pelvis o en el abdomen: Los órganos al estar rodeados por las adherencias pierden libertad y se mantienen presionados.

Obstrucción intestinal: Las fibras cicatrizadas al envolverse sobre el intestino delgado lo bloquean y no permiten evacuar las heces. El malestar se manifiesta después de la operación o a largo plazo por lo que necesitas estar muy atenta a los síntomas: náuseas, dolor y vómitos.

¡La obstrucción intestinal es una urgencia médica!

Problemas para concebir (infertilidad secundaria): Sucede en pocos casos.

 

Dibujo ilustrando las adherencias después de una cesaría

 

¿En que puede ayudar la osteopatía?

La osteopatía puede ayudar en la prevención y la diminución de los efectos de las adherencias.

El osteópata evalúa el nivel de flexibilidad de una cicatrice y puede mejorar su elasticidad y su movilidad a través de técnicas suaves. Trabajando así, reduce los dolores y las molestias habladas antes.

Lo ideal sería ver tu osteópata rápidamente al final del proceso de cicatrización que sería más o menos 3 a 4 semanas después de la operación. Eso permite prevenir las complicaciones.

El osteópata trabaja de manera directa sobre la cicatriz, pero también incluyendo los fundamentos de la osteopatía a través de su mirada holística.

 

Referencias :

Sitios internet : http://qualita.ca/exercices-et-conseils/osteopathie-cicatrices/

Adherencias y complicaciones tras una cesárea

Libros : Netter